OREMOS POR NUESTROS HIJOS CON LA BIBLIA
May 10, 2019Hace unos días Aixa de López, la autora de Lágrimas Valientes escribió en su cuenta de twitter: “Amados pródigos: las oraciones de sus mamás los persiguen”. Y así mismo es, no nos cansaremos de orar a Dios por nuestros hijos, por los pródigos y también por los que están en el camino angosto (Mt. 7:13-14).
Si por gracia de Dios le conocemos a Él y a Su Palabra desde antes de ser mamás, lo más seguro es que hayamos orado por nuestros hijos desde antes de siquiera saber que estábamos embarazadas.
Y mientras están pequeños, nuestras oraciones son, hasta cierto punto, sencillas. Pero conforme van creciendo y van mostrando sus debilidades, luchas y pecados, nuestras oraciones se intensifican y tienden a ser más específicas y audaces, por así decirlo. Vemos con urgencia el que nuestros hijos conozcan el evangelio, amen a Dios, Su palabra y vivan de manera que le den gloria y honra a Dios.
Cada uno de nuestros hijos tiene necesidades de oración específicas, no oraremos lo mismo por todos, pero algo que podemos hacer en común, es orar la Palabra de Dios por ellos y descansar en que Dios tiene el control de todo. Él es el único que puede obrar en la vida y corazones de nuestros hijos, es Él quien hará Su voluntad y cumplirá en ellos el plan que tiene de acuerdo con Sus propósitos eternos.
En Su Palabra encontramos promesas, bendiciones y oraciones que podemos usar como guía o incluso, hacerlas nuestra oración por ellos. Es una bendición poder orar lo que Dios nos ha dejado escrito.
Te comparto algunas de las peticiones que podemos hacer a Dios, y te invito que conforme vayas leyendo tu Biblia cada día y encuentres más promesas u oraciones, las anotes en algún cuaderno para que puedas realizarlas por tus hijos.
Oremos la Biblia
- Oremos por la salvación de su alma. Pidamos a Dios que sus oídos sean abiertos a la verdad del evangelio, que tengan la oportunidad de arrepentimiento y fe en Cristo Jesús, crean en Su Nombre y sean hechos hijos de Dios (Jn. 1:12-13).
- Oremos que ellos tengan conciencia del pecado y que puedan acudir prontamente a los pies de Cristo para recibir Su Perdón. Hablemos con ellos de la gracia, de cómo Cristo los perdona y limpia de toda maldad y que ellos hagan de la confesión de pecados un hábito diario (1Jn 1:8-9).
- Oremos que ellos amen la Palabra de Dios, que anhelen estar en Su presencia cada día y recibir enseñanza para que sus pasos sean afirmados (Sal. 119:129-136).
- Oremos porque ellos tengan contentamiento en Cristo, que sepan que sea cual sea la situación en la que que se encuentren, Cristo es suficiente (Fil. 4:12-13).
- Oremos por ellos y seamos ejemplo de tener una vida de oración constante, todos los días. Que nuestros hijos estén convencidos de que las oraciones que hacemos al Padre son recibidas, que sepan que pueden orar en todo tiempo y todo lugar (Ef. 6:18).
- No siempre podremos tener conocimiento de las amistades que nuestros hijos tienen. Oremos por sus amigos, por sabiduría al elegirlos, y oremos como lo hizo el proverbista:”Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no consientas. Hijo mío, no andes en el camino con ellos. Aparta tu pie de su senda” (Prov. 1:10,15). Te recomiendo leer Prov. 1:10-15.
- Oremos que conforme crezcan en edad, también crezcan en el conocimiento de Dios (Ef.3:14-19).
- Y de igual forma, que ellos decidan no amar al mundo aunque todo lo que se les presente sea seductor (1 Jn. 2:15-17).
- Oremos por que ellos estén firmes, sus pies cimentados en la Palabra de Dios y que amen sus caminos (Prov. 4:20-27).
- Oremos que su mirada sea puesta en Cristo Jesús, el autor y consumador de la fe (Heb. 12:2).
Oremos confiando en que Dios hará Su Voluntad en nuestros hijos, presentemos a cada uno de ellos delante del trono de la gracia y no desmayemos.
Y, por último, comparto contigo 3 pasajes que puedes orar para bendecir a tus hijos con la Palabra de Dios.
SALMO 23
Que el Señor sea tu pastor, mi amado hijo, que nada te falte. Pido a Dios que en lugares de delicados pastos te haga descansar y te pastoree junto a aguas de reposo.
Confía en el Señor, Él confortará tu alma, te guiará por sendas de justicia por amor de Su Nombre. Jamás olvides que aunque andes en valle de sombra de muerte, Dios estará contigo, no temas.
Su vara y su cayado te infundirán aliento, preparará mesa delante de ti en presencia de tus enemigos. Él ha ungido tu cabeza con aceite, tu copa está rebosando, nada te faltará. Recuerda que el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida, y en la casa del Señor morarás por largos días.
1 REYES 8:57-61 (paráfrasis mío)
Que el Señor nuestro Dios esté contigo, como estuvo con nosotros; que no te deje ni te abandone, para que incline tu corazón hacia Él, para que andes en todos Sus caminos y para que guardes Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus preceptos que nos ordenó a nosotros y a nuestros padres.Que estas palabras mías, con las que he suplicado delante del Señor , estén cerca del Señor nuestro Dios día y noche, para que El haga justicia a Su siervo y justicia a Su pueblo Israel, según las necesidades de cada día, a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el Señor es Dios; no hay otro. Esté, pues, tu corazón enteramente dedicado al Señor nuestro Dios, para que andes en Sus estatutos y guardes Sus mandamientos, como en este día.
NÚMEROS 6:24-26
El Señor te bendiga y te guarde;El Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti, Y tenga de ti misericordia;El Señor alce sobre ti Su rostro, Y te dé paz.
Es mi oración que esta guía de te sea de bendición, en manos del Señor estamos y nuestros hijos también. No desmayes, mujer, las oraciones no tienen fecha de caducidad, lo que oremos hoy, no sabemos cuando Dios responderá y de qué manera lo hará, pero sí sabemos que todo ayuda a nuestro bien para conformarnos cada día más a la imagen de Cristo (Rom. 8:28). ¡Dios te bendiga!